Irlanda es un país que atesora numerosas leyendas, historias en que los protagonistas son seres mágicos y misteriosos que todo lo pueden. Nos trasladamos hasta la mágica isla esmeralda, en dónde las historias de los Leprechauns son más que leyenda.
Existe toda una festividad en su honor, el día de San Patricio; en el cual estos seres vestidos de verde, cobran vida en las calles, historias y celebraciones del pueblo Irlandés. Fabrican y arreglan los zapatos a las hadas del bosque y son muy ricos, pues custodian vasijas de barro llenas de tesoros y oro, que fueron enterradas durante la guerra, pero que nadie, solo ellos volvieron a recuperar.
Según la leyenda, si alguien logra fijar la mirada sobre un leprechaun, este no puede escapar y le tiene que entregar todos sus tesoros. Pero en el momento en que se retira la mirada desaparece. Viven en los bosques, por lo que es habitual que se encuentren con viajeros perdidos, que llegan a ellos después de escuchar el sonido de un martillo cuando trabajan, especialmente en las noches de luna llena.
Al verse descubiertos, los leprechauns primero se muestran amables, pero en cuanto les preguntan por el oro cambian completamente de actitud. Pueden agarrar un berrinche tremendo, negar poseer tesoros, señalar un imaginario enjambre de abejas o un árbol a punto de desplomarse; todo lo que sea para distraerle y poder desaparecer.
En esta espectacular carroza, observamos dos sombreros verdes gigantes, característicos de los duendes irlandeses. Sobre ellos, dos hermosas señoritas ataviadas con trajes de fantasía inspirados en los vestidos tradicionales que utilizan las mujeres en las celebraciones de San Patricio.
A cada lado, observamos dos duendes que ofrecen monedas de oro para sobornar a sus enemigos pues hacen lo imposible por no entregar su más preciado tesoro, aquella singular joya que se encuentra al final del Arco Iris. Nuestra radiante soberana, Yosselyn del Rosario Monteverde Trujillo. Quien se ve rodeada por un sinnúmero de monedas de oro y tréboles, simbolizando la opulencia y la buena fortuna.
El diseño y confección del traje que nos luce nuestro hermoso rayo de sol, es una fina creación de la exquisita pluma y las delicadas manos de los artistas tableños Luis Enrique González Prado y Alexander Daniel González Campos. También fueron los encargados de diseñar y confeccionar los vestidos que hoy nos lucen nuestras bellas damas.
El diseño del carro alegórico estuvo a cargo de las habilidosas manos del internacional artista tableño Ricky Wehan. Las figuras de los duendes y el arco iris, son obra del escultor Luis (Fili) Pérez. Los Sombreros, tarimas, monedas y tréboles estuvieron a cargo del multifacético equipo de trabajo de Calle Abajo de Pedasí. De igual forma, los aparejos, tapa plumas y emplumado son un delicado trabajo de los artistas Luis Enrique y Alexander Daniel.