Cuenta la leyenda que Shangó era un rey cruel, por lo que muchos de sus súbditos lo detestaban. Un día, el rey decreta que todo animal que no sirviese de alimento o transporte debía ser sacrificado. Muchos de sus simpatizantes se apresuraron a cumplir sus órdenes, pero el gesto no fue bien visto por la mayoría y luego de una gran revuelta es derrocado, por lo cual huye y se ahorca en un árbol. Al los sacerdotes ir a buscar el cuerpo para enterrarlo, lo que encuentran es una cadena semi enterrada, por lo que llegaron a la conclusión que Shangó se había convertido en un Dios.
Para los detractores, no era más que un rey ahorcado, así que reinaba la confusión, esto hizo que Shangó enviara un gran trueno que quemó las casas de los que no creían en él, dejando claro que era un Dios y convirtiendo a su pueblo en violento y cruel.
Para celebrar a nuestra hermosa soberana 2014, quisimos evocar su impresionante lunes de carnaval, aquel imponente carro blanco,
de magnitudes nunca antes vistas en nuestro pueblo, ambientado en la leyenda Rusa de la dama de los animales, hoy, esta leyenda vuelve a cobrar vida pero desde otro punto de vista, La leyenda
Africana de la dama con alma de diamante.
El temor se propagaba por todo el sur, y los animales huían hacia el Serengueti, en dónde sabían que habitaba una poderosa Diosa, guardiana de las llanuras y protectora de los animales. La dama con alma de diamante. Cuentan los ancianos, que su belleza era sobrenatural, tanto, que parecía que irradiase luz, estaba siempre ataviada en pieles, oro y diamantes y habitaba en un castillo dorado, al cual ningún humano podía entrar, pues para llegar a él, se debía atravesar una enorme cascada, al borde de un acantilado.
Los rumores de la devastación llegaron hasta su castillo, por lo que envió a dos semidiosas montadas en los más veloces leones para que le informasen de la veracidad de estos rumores. Al regresar llenas de malas noticias y animales moribundos, la gran dama decide levantarse en armas y frenar las atrocidades del Dios Shangó. Salió a enfrentarlo en la más amplia llanura del Serengueti, cuando el primer rayo de luz sesgó el cielo, momento en cuyas fuerzas eran inmejorables. La batalla fue encarnizada, pero su poder se sobrepuso al del cruel Dios, derrotándolo y encerrando su esencia en un colmillo de elefante, para luego encerrarlo en uno de los muros de su castillo.
El carro que transporta a nuestra soberana representa el momento en que la dama con alma de diamante se levanta en armas contra el Dios Shangó. Junto a ella, dos hermosas niñas Michelle Barahona y Lilia Ramos representan el poder y la supremacía que distinguen a esta deidad.