Créditos:
Diseño del Carro: Javier Martínez.
Elaboración del Carro: Eleodoro Sandoval.
Vestido de la Reina: Luis Enrique y Alexander González.
Disfraz de las Damas: Manuel Santana.
Disfraz de los Heraldos: Manuel Santana.
Director de la Murga: Edwin Samaniego.
Encargado de Etiqueta: Catalino Bustamante
Reina Invitada: S.R.M. Isis Tatiana Balabarca (2008)
Corte Real
Damas: Edna Solís, Génesis Rodríguez y Ana Patricia Pérez.
Heraldos: Hilary Rodríguez, Nachali Chávez, Cristina Solís y Anlía Vergara.
La Península Arábiga, cuna de incontables civilizaciones, rodeada por el enigmático Océano Índico y bañada por el desierto de Arabia. Nuestra historia nace aquí, en el inescrutable Golfo de Ágaba, en una ciudad muy conocida por las caravanas árabes, la ciudad Rosada, Petra.
El hilo de la vida se adelgaza aquí hasta extremos increíbles. El desierto hipnotiza al observador más indiferente, y también sepulta a las más orgullosas civilizaciones. La piedra emerge de la arena eterna y da cuenta del esplendor y caída de vastos imperios.
La ciudad rosada juega con el sol y va modificando sus tonos al compás de la marcha del astro, y es junto con él que llegan incontables caravanas, cada una más rica en historias y tesoros que la anterior, convirtiendo a Petra en la ciudad por excelencia de las leyendas.
Es así como nace una de las memorias Árabes más apasionantes, la leyenda del origen de los sueños; historia que nos remonta a la Arabia del tiempo de las caravanas, en dónde lo místico, lo fantástico y lo sobrenatural está a la orden del día.
Cuenta la leyenda que habitaba en Petra, la más poderosa hechicera de Arabia, de impresionante belleza e inteligencia sin igual, quien en un inusual accidente perdió a su verdadero y único amor.
Tanta era su desdicha, que decidió meditar para pedir al Dios Allah-Taala que le devolviese a su amado. Meditó por cien días con sus noches y tanto era su fervor que el Dios respondió a su súplica.
Le explicó que no devolvería la vida a su esposo, pero podía crear un lugar en el cuál ella pudiese estar con su amado sin alterar el equilibrio de la vida. Un mundo al cuál se podría acceder solamente al estar dormido, pues solo su alma podría entrar en él, dejando el plano corporal.
Para ello, la gran hechicera debía conseguir tres objetos que probarían su completa devoción y disposición a cumplir los designios de Allah-Taala, pues el mundo al cual ella quería acceder, solo estaba al alcance de los Dioses y no cualquier mortal podría tener acceso a él.
Dichos objetos debían ser colocados antes del solsticio de invierno en el interior de una gran puerta que debía esculpir en la roca con sus propias manos, para que esta funcionara de acceso para las almas que se dirigiesen al mundo de los sueños.
Una enorme depresión se apoderó de la hechicera, pues el solsticio de invierno ocurriría en apenas un mes y no tendría tiempo de conseguir los objetos y construir la gran puerta.
Tres hermanas, que el destino habría reunido en Petra, escucharon sus melancólicos sollozos y se acercaron a consolarla, la hechicera les explica su desdicha, y éstas, que resultaron ser las dueñas de famosas caravanas, decidieron ponerlas a su disposición, para emprender el viaje que conseguiría los magníficos objetos mientras ella labraba la grandiosa puerta.
La primera hermana, quién dirigía una caravana de albañiles, parte en la búsqueda del relámpago del Dios Amm, deidad de la luna, el clima y el rayo, para lograrlo, engaña al enfurecido Dios construyendo un inmenso espejo, al observarse por primera vez, el Dios Amm lanza unos de sus rayos engañado por su reflejo, el cuál rebota y lo golpea, haciéndolo dejar caer varios relámpagos, uno de los cuales, la astuta hermana logró encerrar dentro de un cofre hechizado.
La segunda hermana, quién dirigía una caravana de cantores, se dirige hacia las montañas, la morada de Manat, el Dios de la Muerte y el destino, al cual le debía robar 7 de sus preciadas serpientes, las cobras más venenosas del mundo conocido, que utilizaba para terminar con la vida de los moribundos. Para lograrlo, le interpreta una canción para dormir al distraído Dios y utiliza una de sus flautas para encantar a las serpientes y meterlas en una cesta.
La tercera hermana, quién dirigía una caravana teatral, se dirige al implacable desierto, en dónde debía encontrar a Talab, Dios de la luna y las profecías para conseguir dos de sus hermosas lámparas que utilizaba de oráculo. Para lograrlo, monta una melancólica obra que escenifica la triste historia de la hechicera que juntas han decidido ayudar, logrando conmover a Talab, quién le entrega complacido dos de sus preciadas lámparas.
En la parte frontal del primer carro que nos presenta Calle Abajo podemos observar tres grandiosos camellos, componentes indispensables de las caravanas árabes, en la parte trasera de la carroza, lujosas tiendas las complementan, transportando a las representaciones de las tres hermanas, quienes emprenden el camino para encontrarse en Petra y entregarle los preciados obsequios a la gran hechicera.
Todos los elementos necesarios han confluido en el Tesoro, la mística puerta al mundo de los sueños. La luz y belleza de la más grande hechicera de Arabia se dispersa por todo el mundo conocido. Al punto que los Dioses, maravillados con su resplandor, deciden elevarla a Divinidad, convirtiéndola en la Diosa de los Sueños.
El segundo carro alegórico que nos presenta Calle Abajo personifican los preciados objetos que el Dios Allah-Taala le requirió a nuestra gran hechicera. Tres enormes cobras adornan la parte frontal de la carroza, los preciados objetos del Dios de la muerte y el destino.
En la parte trasera, gigantes y ornamentadas lámparas representan los preciados oráculos del Dios Talab, el Dios de las profesias. Y sobre el fantástico contenedor del Dios Amm, la más hermosa y poderosa hechicera, hoy elevada a divinidad, se pasea por las calles de nuestro pueblo, nuestra radiante majestad 2015, Yaileen Yousett González Rodriguez, resaltando su poderío y triunfo.