Cuenta la historia, que en las profundidades de un bosque Húngaro, sobre una cumbre borrascosa, prosperaba uno de los más fieras poblaciones de guerreros, que casi diariamente sufrían ataques de fieros dragones.

Los reyes, cansados de luchar diariamente con estas enromes bestias, decidieron acudir por respuestas a un famoso oráculo, en el corazón de un volcán, quién les reveló que darían a luz una hija, de belleza sobrenatural, la cual estaba destinada a ser ofrecida a estas fieras, para calmar su fuego interior y librar a su pueblo del mal.

Los padres, devastados por dicha revelación se retiraron muy tristes, al cumplirse los meses necesarios, la reina da a Luz una hermosa niña, la profundidad de su mirada bastaba para ganarse el corazón de cualquiera que la mirara. Los reyes, temiendo el cumplimiento de la predicción del oráculo, deciden enviar muy lejos a su hija, a uno de sus reinos vecinos, lejos de las montañas.

Así creció la hermosa princesa, cuyos atributos no hacían más que volverse más encantadores, una mañana, mientras recorría a caballo uno de los bosques junto a sus doncellas, encuentran una extraña roca de la cuál surgía vapor e intrigadas se acercan a investigar.

La roca resultó ser un gran dragón, quién se despertó, lanzando gigantescas bocanadas de fuego. Sus doncellas huyeron, pero el color de las llamas atrajo a la princesa de una forma como jamás nada lo había hecho, se acercó un poco más a la alterada criatura y al hacer contacto visual con ella, una conexión sobrenatural los sedujo a ambos.

Entonces la princesa decidió montar el dragón, quién la llevó al interior de la montaña en dónde habitaban todos los dragones que atacaban a su pueblo.

Dominó a los dragones, quienes se volvieron dóciles criaturas en su presencia y ellos la dominaban a ella, pues la cautivaban de una manera sobrenatural. Un día, regresó a la aldea de sus padres, custodiada por imponentes dragones y desde entonces, su pueblo convivió pacíficamente con estas criaturas, convirtiéndose en el más poderoso imperio Húngaro.

Esta es la propuesta que Calle Abajo de Pedasí nos presenta la noche de hoy, Jadma, el suspiro del dragón. En el carro de las damas, el más impresionante y enorme dragón, representa al líder de las bestias, sobre él, nuestra hermosa dama principal y futura soberana 2016, Cristal Ariadna Balabarca, acompáñada de la hermosa señorita Aydeem Herrera.

Salpicaduras de fuego, piedras preciosas y oro bañan nuestro carro alegórico, ellas son las hermosas niñas: Escarlett Herrera, Ana Victoria Velázquez, María Gutierrez, Cristina Solís y Andrea.

El segundo carro que nos presenta Calle Abajo, revive aquél mágico momento en el cuál Jadma esta noche personificada por nuestra radiante soberana 2015, sale de su palacio en el corazón de la montaña, para regresar escoltada a su hogar por magníficos dragones.

En la parte trasera de nuestro fabuloso carro, hermosas columnas con magníficas figuras de dragones lo complementan.